El Gobierno Balear ha acabado con la población de cabras del islote de Es Vedrà con una medida que está suscitando una intensa polémica.
La decisión adoptada por el Gobierno Balear de acabar con la población de cabras en el islote de Es Vedrà está suscitando una intensa polémica. Y es que el método escogido está siendo rechazado por una gran parte de la sociedad isleña, que se cuestiona si acabar con ellas mediante disparos ha sido la opción más justa para estos animales. La decisión de retirarlas se adoptó hace ya unos meses, cuando desde la Conselleria de Medio Ambiente del Gobierno Balear se constató que la población de cabras del islote estaba produciendo graves daños a la flora autóctona que en él hay. Entre 37-45 cabras vivían hasta ayer en Es Vedrà, una raza no autóctona y que fue llevada allí por los propietarios del islote hace ya más de dos décadas. Una cosa era retirarlas, otra muy distinta, cómo.
Y es aqui donde se han levantado ampollas: ya hay quien está iniciando protestas y partidos animalistas no entienden por qué no se han puesto en marcha otras medidas, como llevárselas a otro lugar en vez de matarlas a disparos con escopetas de percusión con mirilla del calibre 22, a manos de la Unidad de Control de Fauna del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB). Desde el Gobierno Balear aseguran que era la mejor medida, ya que eran animales salvajes, desnutridos, en algunos casos enfermos de sarna y sacarlas del islote, cuyo acceso es muy difícil y complicado, hubiera supuesto un peligro para los técnicos encargados de retirarlas.
Sea como sea, ya no se repetirán las imágenes de cabras paciendo tranquila y libremente en Es Vedrà.