El Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza ha aprovechado la celebración del Día Mundial de los Océanos 2020 este lunes 8 de junio para advertir del descenso de la calidad de las aguas de baño de la isla en los últimos años.
Son algunos de los datos recopilados por IbizaPreservation en su Informe Anual 2019 (en fase de elaboración). Datos que revelan la urgencia de proteger nuestro mar y nuestra costa ante la emergencia climática.
Así, en 2010 todas las aguas analizadas por la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera fueron calificadas como “excelentes”. Sin embargo, en 2019 solo fueron calificados así 31 puntos, un 24’4% menos que en 2010.
Algunas zonas que han bajado la calidad de sus aguas marinas esta última década son Talamanca, Figueretas, la Bahía de San Antonio, la playa de Santa Eulalia, el Puerto de San Miguel, Cala Bassa, Cala Vedella y Es Caló d’en Serral.
Además, aumentan las zonas afectadas por la contaminación por fecales. Se produjeron en 2019 valores superiores a los permitidos en Talamanca, Bahía de San Antonio, escollera de San Antonio, Es Pouet, Puerto de San Miguel y Platges de Comte.
Este descenso en la calidad de las aguas pone de manifiesto la incapacidad de las infraestructuras actuales para cubrir la demanda poblacional, especialmente durante el verano. Así, el Observatorio de Sostenibilidad apuesta por mejorar en saneamiento y la depuración y por una estricta vigilancia mediante controles de la calidad del agua.
Otro problema añadido es el retroceso de la posidonia, planta fundamental para mantener la transparencia y limpieza de las aguas pitiusas, y actualmente amenazada por el masivo fondeo de yates en verano. Aunque han aumentado los controles y sanciones, Ibiza es la isla con menos boyas ecológicas de Baleares y además en 2019 disminuyeron con respecto a las de 2018.
Por otra parte, la Reserva Marina des Freus de Ibiza y Formentera muestra el mayor número de especies de todas las Áreas Marinas Protegidas de Baleares. Esto indica que la reserva marina de Es Freus y su gestión pesquera han consolidado el denominado “efecto reserva”, por el cual se empieza a observar una recuperación de las especies explotadas.
En resumen, es importante recordar en el Día Mundial de los Océanos que una gestión prudente del mar como recurso esencial es imprescindible para garantizar un futuro sostenible de Ibiza.