Los accidentes de tráfico en las carreteras de Ibiza se suceden a diario desde hace semanas y huir del lugar de los hechos abandonando a las víctimas parece estar convirtiéndose en una especie de moda macabra
Te levantas, abres el periódico y ahí está una de las noticias más repetidas del verano en Ibiza: la del fatídico accidente de tráfico y sus víctimas.
Siempre ha sido así, pero la frecuencia con la que se está publicando esta temporada y, concretamente, durante estas últimas semanas, resulta espeluznante.
Accidentes muchos de ellos gratuitos, puesto que la mayoría se producen por factores que fácilmente podrían evitarse como el consumo de alcohol o de sustancias estupefacientes. Parece que hayamos olvidado nuestra responsabilidad al volante o incluso la importancia de una vida.
Al fatal desenlace del siniestro en carretera que sufrió el trece veces campeón del mundo de motociclismo Ángel Nieto, se suma el de otro motorista que resultó herido grave la semana pasada en el cruce de Can Clavos de Santa Eulalia. Presuntamente, el conductor del todoterreno se habría saltado un ceda el paso y, para más inri, dio positivo en el test por drogas.
Por si no fuera suficientemente trágico, al parecer se está poniendo de moda un fenómeno cuanto menos vergonzoso: el de huir del lugar del accidente y dejar a las víctimas abandonadas a su suerte. Lamentable, sin más.
Hace unas semanas un motorista de 34 años falleció tras colisionar contra un coche en la carretera de Sant Joan. El culpable del accidente se dio a la fuga, pero fue detenido por la policía días después.
Al poco, el conductor de un Fiat Punto que atropelló a una joven en San Antonio decidió también dejarla en el asfalto con lesiones craneales que la enviaron directa a la UCI.
Días más tarde, un coche de alquiler era abandonado en plena avenida Juan Carlos I de Ibiza tras chocar contra otro turismo. Dos chicas resultaron heridas y el causante del golpe huyó.
Las condiciones de la mayoría de las vías de la isla no son las más favorables para evitar accidentes. La carretera de Ibiza a Santa Eulalia se ha mostrado en varias ocasiones como un alarmante punto negro y los motoristas son los que suelen salir peor parados.
El incremento de la población en verano y, por consiguiente, de vehículos que circulan por Ibiza unido a la ingesta de drogas y alcohol por parte de los conductores no ayudan a paliar el problema. El nulo respeto que muchos demuestran por el asfalto es fatal para la población. Una irresponsabilidad a la que todos estamos expuestos, sin excepción.
Y nosotros nos preguntamos ¿cómo puede evitarse esta matanza en las carreteras? ¿Aumentando los controles de alcoholemia? ¿Mejorando las condiciones de las vías? ¿Con una mayor sensibilización? ¿Apelando a la sensatez de la gente? Desafortunadamente, quizás no baste con cerrar los ojos y esperar a que el verano llegue a su fin.
- Relacionado: