Eivissa Diu No (en castellano Ibiza dice No) surgió como un movimiento ciudadano de protesta contra las prospecciones que la empresa escocesa Cairn Energy proyectó hace unos años a apenas 35 millas de la costa de Ibiza. La rabia y la indignación popular dieron paso a una marea de imágenes de personas que aparecían desnudas y, en ocasiones, cubiertas del negro del petróleo, mostrando un cartel que rezaba el ya célebre por ese entonces ‘Eivissa Diu No’.
Lo que empezó como una queja por parte de la sociedad ibicenca frente a esta situación se extendió hasta tal punto que sobrepasó fronteras y medios de comunicación. Rápidamente por Ibiza empezaron a circular las alegaciones que Alianza Mar Blava preparó para intentar frenar este despropósito. Y se firmaron, vaya que si se firmaron. Concretamente, según la plataforma, se recibieron unas 100.000 alegaciones durante toda la campaña y únicamente 56.700 de ellas procedían de la isla.
Su labor incansable les llevó a organizar manifestaciones que no solo se celebraron en la mayor de las Pitiusas y a implicar a diversos partidos políticos de la isla en la firma del ‘Documento de compromiso político para lograr una Ley para la declaración del Mediterráneo como Zona Libre de Prospecciones de Hidrocarburos’, elaborado por Alianza Mar Blava, Eivissa Antipetrolífera y Eivissa Diu No.
Como en los mejores finales de películas, ganaron, pero no se conformaron con ello y actualmente no han bajado la guardia con el fin de blindar nuestro mar. Así, continúan en su empeño por apostar por un modelo energético que elimine el uso de combustibles fósiles a largo, medio y corto plazo.
“Este grupo es un movimiento de personas que aman Ibiza y que quieren devolverle una parte del amor que la isla nos ha dado”. Preciosa premisa con la que se definen en las redes sociales para seguir adelante con una lucha que, desgraciadamente, no cesará jamás pero tampoco dejará de sumar apoyos.
