A simple vista, Es Vedrà no es más que otro islote que permanece inmóvil en las profundas aguas del Mediterráneo. Ubicado en San José, Ibiza, no es un lugar accesible si no es en barco y con un permiso especial, ya que forma parte del Parque Natural de Es Vedrà, Es Vedranell i els Illots de Ponent.
Cabe resaltar su belleza y sus dimensiones (382 metros de altura), que sorprenden a todo aquel que lo ve por primera vez, así como las maravillosas puestas de sol que se pueden contemplar tras él cada atardecer. Hasta ahí todo normal. La cosa cambia cuando empiezas a leer sobre el peñón y caes en la cuenta de la cantidad de leyendas que circulan a su alrededor.
Muchos son los que aseguran que desprende una magia inusual y que ha sido testigo de diversos fenómenos naturales que no cuentan con una explicación lógica.
Parapsicólogos e investigadores que lo han estudiado afirman que posee una acumulación de energía similar a la de las pirámides de Egipto o las estatuas de la Isla de Pascua, entre otros.
No obstante, si alguien fue pionero en la difusión de todo tipo de mitos fue el sacerdote Francisco Palau, fundador del monasterio de las Carmelitas en el pueblo de Es Cubells. Palau, que en ocasiones se trasladaba a Es Vedrà a meditar, contaba en una de sus obras los avistamientos de “damas de luz y seres celestiales” que allí presenció entre 1854 y 1860.
El Triángulo del Silencio
Una de las teorías más sonadas sobre esta zona es la de que Es Vedrà forma parte de ‘El Triángulo del Silencio’, junto con el Peñón de Ifach, en Alicante, y la costa suroeste de Mallorca.
Este se asemeja al célebre ‘Triángulo de las Bermudas’ donde, presuntamente, desaparecían la mayoría de los barcos y aviones que por allí pasaban.
Algunos entendidos en la materia cuentan que las palomas mensajeras pierden el sentido de la orientación cuando sobrevuelan Es Vedrà y existen marineros que creen haber visto objetos extraños bajo sus embarcaciones. Todo un misterio.
Es Vedrà y el fenómeno OVNI
El islote ha captado la atención desde tiempos inmemoriales de investigadores de fenómenos paranormales que aseguran que este lugar está relacionado con el fenómeno OVNI y que, concretamente, fue uno de los protagonistas principales del ‘Caso Manises’.
El suceso tuvo lugar en noviembre de 1979 cuando un avión que cubría la ruta Palma de Mallorca-Canarias tuvo que aterrizar en Valencia debido a que, según los pilotos del aparato, les perseguía un aparato volador que el comandante no lograba identificar. Comentaba por aquel entonces que vio dos luces rojas que no le permitieron reconocer el objeto, que se desplazaba a una velocidad anormalmente rápida y que solicitó el aterrizaje por miedo a una colisión.
Otra de las teorías relacionadas con este tema afirma que existe una base submarina OVNI en el islote. Algunos submarinistas han declarado haber visto distintas luces bajo el peñón, además de haber oído ruidos extraños que, en ocasiones, alteraban la ruta de los peces.
Hace tan solo unos meses, aparecía en esta zona una misteriosa espiral en el mar que, mientras unos atribuían a las corrientes marinas que se dan en este área, otros achacaban a toda clase de fenómenos extraños propiciados por el islote. Año tras año, los mitos se multiplican en torno a Es Vedrà y alimentan su fama tanto entre residentes como visitantes que, pese a la incredulidad inicial, sienten la curiosidad de conocerlos porque lo que sí perciben es la fuerza misteriosa que desprende este gigante de piedra.