Santa Gertrudis, uno de los pueblos más animados de la isla de Ibiza, no podía ser menos y también posee su propio mercadillo veraniego. En esta ocasión, se lleva a cabo los viernes del verano 2021, de 19 a 24 horas (aunque normalmente lo estiran hasta la medianoche). Así, aquellos que hayan decidido pasar el día en las playas de alrededor y bajen a Santa Gertrudis directamente a cenar se encontrarán con este pequeño atractivo que nunca está de más.
Ubicado un poco más abajo de la plaza de la iglesia de la localidad (al ser un sitio tan chiquitín no tiene pérdida), encontrarás los puestos colocados con sumo esmero. En ellos hallarás toda clase de artículos de artesanía, no solo típicos de la isla, sino llegados de distintas partes del mundo, igual que sus artesanos, que han recorrido la mayor parte del globo para aprender nuevas técnicas y emplear materiales distintos. Todos ellos te atenderán encantados y te explicarán su obra con una delicadeza especial ya que algunos llevan establecidos en la isla desde los años 60 y 70 y eso es algo que se nota a primera vista.
Entre los puestos hallarás también productos locales trabajados por manos expertas, por si necesitas llevarte algún recuerdo de tu viaje ya sea para ti mismo o para un regalo especial. Y, asimismo, hay espacio para jóvenes diseñadores que quieren probar en este mundo tan duro y a la vez tan agradecido.
Bisutería, cuero, textiles… seguro que la oferta que ofrecen no te decepcionará. Y, lo que no encuentres aquí, lo hallarás en las tiendecitas de su alrededor, que aprovechando el ambiente de la zona, permanecen abiertas hasta altas horas de la noche.
Y, por cierto, no te preocupes por los peques. Al ser una gran zona peatonalizada correrán sin peligro por allí mientras tu disfrutas de los tesoros que el mercadillo de Santa Gertrudis te ofrece.
Recomendación
Puede resultarte un tanto complicado estacionar tu vehículo en el pueblo puesto que, como ya sabrás, se llena de gente que acude a disfrutar de sus terrazas y vida diurna y nocturna. Ármate de paciencia ¡merecerá la pena!