El faro de Botafoc o Botafoch es uno de esos lugares que no puedes olvidar visitar en Ibiza ciudad. Situado al final del Paseo Marítimo, fue proyectado por el ingeniero Emili Pou e inaugurado en 1861.
Se trata de una torre cilíndrica sobre una hermosa casita blanca que se levanta 31 metros de altura sobre el mar. Está ubicado en el islote de Es Botafoc, donde se cree que hace años se encendían fuegos con el fin de orientar a los barcos que entraban en el puerto. De ahí su nombre, ya que botafoc podría traducirse como “sale-fuego”.
Debido al poco espacio que existía en el islote, unido hoy a Ibiza mediante un dique, la vivienda de los fareros se distribuyó en dos plantas, un hecho poco común por aquel entonces.
Asimismo, fue uno de los primeros faros en adaptar su sistema de alumbrado para la electrificación en 1918. Actualmente cuenta con una sirena y alumbra con una luz roja o blanca según la visibilidad existente.
Si te acercas hasta el faro de Botafoc te recomendamos que lo bordees por el camino dispuesto para ello. La panorámica que ofrece del puerto de Ibiza y la ciudad amurallada de Dalt Vila es espectacular. En días claros puedes ver incluso la costa de Formentera.
Un agradable paseo que no te llevará más de unos minutos y que si realizas al atardecer, cuando los colores del ocaso toman el cielo, quedará grabado en tu retina para siempre.
¡No olvides tu cámara de fotos!