Más de 70 efectivos han participado en el desalojo de las 24 infraviviendas de una de las zonas más hermosas y a la vez más degradadas de la ciudad amurallada de Dalt Vila.
Tras años de debate entre vecinos, Consistorio y Tribunales, hoy se ha procedido al desalojo de las infraviviendas del barrio de sa Penya, una zona conocida desde hace tiempo por su conflictividad y por ser, tal y como se le conocía ya, ‘el supermercado de la droga de Ibiza’.
Poco más de dos horas han tardado los más de 70 efectivos que han participado en los desalojos en liberar la zona que, en plena ciudad amurallada declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, sufría una degradación notable debido a la acción de sus habitantes, que empleaban las casas para el menudeo de cocaína, hachís y heroína. Algunas de ellas estaban siendo utilizadas además como gallineros o incluso como perreras.
Las calles Retiro y Alt, afectadas por este problema, han sido testigos de un despliegue policial sin precedentes en el que han participado una treintena de agentes de la Policía Nacional llegados ayer desde Valencia para reforzar la seguridad de la zona y evitar así incidentes. Además de ellos, han intervenido policías locales, operarios de limpieza y varios veterinarios entre otros.
Pese a lo que se temía en un principio, Rafa Ruíz, alcalde de Ibiza, ha confirmado que la operación se ha desarrollado con total normalidad. “Hoy hemos dado un paso importante pero no definitivo para la recuperación de Sa Penya para toda la ciudadanía. Seguiremos trabajando para que la recuperación total sea una realidad”, ha declarado Ruíz, dando las gracias a todos los participantes en el dispositivo.
Las viviendas, propiedad del Ayuntamiento de Ibiza, habían sido desalojadas anteriormente, pero algunas familias, la mayoría de etnia gitana, habían vuelto a ocuparlas pese a haber sido indemnizadas con unos dos millones de euros procedentes de las arcas municipales.
“No permitiremos que nadie se quede en la calle”
La intención del Consistorio ibicenco no es otra que la de rehabilitar las 24 viviendas que han sido desalojadas para recuperar una de las zonas más emblemáticas de Dalt Vila y acabar con la inseguridad que envolvía a esta barriada, en la que vivían todo tipo de familias en pésimas condiciones.
El Ayuntamiento espera aún otra sentencia con la que poder proceder a una segunda fase de desahucios que afectan a seis domicilios, no obstante, cuatro de ellos ya han sido liberados por sus ocupantes.
“No permitiremos que nadie se quede en la calle”, manifestó Ruíz hace unos días. El Consistorio puso a disposición de los damnificados otra vivienda de alquiler, la realización de sus mudanzas de forma gratuita e incluso se comprometió a pagarles un billete de barco a aquellos que tuvieran otras opciones a las que recurrir en la Península.
En total han sido 17 familias, de las que un tercio de ellas eran menores, las que se han visto afectadas por este desalojo cuyos tramites se iniciaron en 2009 dentro del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ibiza.