Dalt Vila es, sin duda, uno de los lugares más especiales de Ibiza. Perderse entre sus estrechas y vistosas callejuelas es una obligación, así como aprovechar ese recorrido para hacer una parada en La Bendita Ibiza.
Este encantador local es perfecto para descubrir esta zona pausadamente, mientras te deleitas con tentadores bocados. Un pequeño homenaje al mundo marinero y a sus altares callejeros, típicos del Mediterráneo, en los que los navegantes rogaban protección a la virgen antes de emprender sus viajes.
Ubicado en los bajos de un llamativo edificio, la terraza de La Bendita ocupa una bonita esquina con unas escalinatas de piedra desde las que podrás contemplar todo lo que sucede a tu alrededor.
Empezar el día con buen pie es comenzarlo aquí con uno de sus completos desayunos. Zumos, cafés, tostadas, dulces… ¡lo que se te antoje!
Al caer la tarde, la terraza de La Bendita se vuelve el lugar perfecto para reunirte con tu pareja o amigos y tomar un refrescante cóctel, un vermú o una buena copa de vino. Si te entra el hambre, también podrás aprovechar para probar algunas de sus tapas o embutidos.
Enseguida caerás en la cuenta de que las horas en esta pequeña bodega pasan volando gracias a su sencilla pero tentadora oferta y al buen ambiente que se respira en ella.
Recomendación
No puedes irte sin probar al menos uno de sus cócteles de autor y, por supuesto, sin fotografiarlo en esta fantástica localización, subirlo a tus redes y ser la envidia de todos.
Cómo llegar
La Bendita se encuentra entre los famosos La Torre del Canónigo y Corsario Restaurant & Terrace. Accede a Ibiza por la Avenida España y, cuando llegues al final, verás el Paseo de Vara de Rey. Después del último semáforo, gira a la derecha y toma la pequeña carretera con un único sentido. Continúa recto hasta que veas la pared de la muralla. Tendrás que subir a Dalt Vila por la primera entrada que veas y pasar el control. Sube hasta lo más alto de Dalt Vila.