Si te gustan los restaurantes sencillos, de toda la vida, en los que priman la tradición y el trato cercano Restaurante Cala d’Hort, en la misma playa de Cala d’ Hort, se ajusta perfectamente a la descripción. Este establecimiento familiar inició su andadura en 1970 como una pequeña caseta de piedra que hacía las veces de bar para los pescadores de la zona. Al no haber carretera hasta cala d’Hort, los víveres llegaban por mar. Poco a poco, se convirtió en un humilde quiosco que vio como su clientela empezaba a crecer como la espuma. Fue entonces cuando pasó a convertirse en 1984 en lo que actualmente es el restaurante.
La misma familia continua hoy al frente tanto del servicio como de los fogones, algo digno de agradecer. Las nuevas generaciones han tomado el relevo de sus mayores y han logrado mantener la esencia de lo que siempre fue Restaurante Cala d’Hort.
No mentimos si decimos que los cocineros que trabajan aquí se criaron en el restaurante, viendo como sus padres elaboraban unas paellas a las que rápidamente les cogieron el punto. Gracias a ello, actualmente son una de sus especialidades, así como el guiso de pescado, los pescados al horno y los arroces en general. Por supuesto, también podrás optar por una buena pieza de carne, pero en un entorno como este siempre apetece degustar los productos del mar. En ocasiones, los pescadores de la zona se acercan hasta allí para ofrecerles su género. La frescura de sus calamares, boquerones, meros, dentones, gallos o sirvias le aporta a sus recetas un toque insuperable.
Como su propio nombre indica, el enigmático islote de Es Vedrà se alza ante las mesas del restaurante, regalándote una imagen difícil de olvidar. Su terraza en la arena es un sitio magnífico para pasar el día. Puedes tanto desayunar como comer o cenar en un entorno natural de lo más pintoresco e incluso pegarte un buen chapuzón en la playa entre plato y plato.
La esencia de este típico restaurante de playa continua intacta tras el paso del tiempo. Una autenticidad que podrás descubrir tanto en su estética como en su menú. Los postres son verdaderas tentaciones. El flaó, por ejemplo, lo elabora una ibicenca de pura cepa que conoce la receta original y que los prepara especialmente para el local y sus tartas caseras tampoco tienen desperdicio.
Un ambiente relajado y familiar te invadirá nada más pisar restaurante Cala d’Hort y el trato que recibirás por parte de su equipo hará que te sientas aún más a gusto. ¿Quieres un plus? Cuando el sol comienza a ponerse los colores que podrás contemplar desde la terraza te dejarán fascinado. La puesta de sol en sí no se ve hasta principios de octubre, sin embargo, la estampa que se forma en el cielo durante ese momento es algo que tampoco puedes perderte.
Recomendación
Sin duda la paella es un imprescindible pero, si quieres probar algún otro plato, te aconsejamos que pidas el calamar fresco o un arroz a la marinera.