Ibiza cuenta con una riqueza gastronómica asombrosa y buena parte de culpa la tiene la excelente calidad que poseen los productos de la tierra.
No debe ser la primera vez que oyes hablar del bullit de peix o el sofrit pagès, exquisiteces que cautivan a todo aquel que se digna a probarlas. Sin embargo hoy vamos a pasarnos al dulce, a los postres típicos de Ibiza.
Si los entrantes y platos principales no suelen ser demasiado ligeros, lo mismo ocurre con los dulces. No obstante, en cuanto aparezcan ante tus ojos, no podrás resistirte a probarlos. Desde aquí te recomendamos que si vas a darte un gran homenaje en cuanto a lo que al comer respecta, dejes siempre hueco para el final.
La repostería ocupa un buen número de páginas del recetario ibicenco. Mientras que algunos postres se elaboran únicamente en fechas señaladas como el Día de todos los Santos o la Navidad, otros ocupan nuestras mesas durante todo el año. Es más, entre ellos hemos incluido también ciertos licores típicos que se consideran ya un postre más.
Puedes probar a elaborarlos tu mismo pero, si no te consideras un gran cocinillas, que sepas que podrás encontrarlos fácilmente en cualquier restaurante o pastelería de Ibiza.
Aquí te dejamos parte de esos dulces que conforman el orgullo de la cocina de la isla:
-Flaó. Es sin duda uno de los más conocidos fuera de Ibiza y de los más valorados. De hecho, al igual que las ensalmadas, se ha convertido en un regalo de lo más común para aquellos que viajan. El flaó es una especie de pastel de queso que llama la atención por ser la hierbabuena uno de sus ingredientes principales.
-Greixonera. Otro de los postres típicos por excelencia. En su elaboración se emplean las ensalmadas de días anteriores que han quedado duras, por lo que podemos afirmar que es una receta de aprovechamiento. El resultado final es una especie de pudding con un apetecible toque de canela que se sirve frío.
-Orelletes. Son quizás uno de los dulces más representativos de la isla. No hay festejo que se precie en el que no se reparta una buena bandeja de este manjar. Aunque a simple vista pueda parecer una galleta, no lo es. Las orelletes son una especie de masa frita con un suave sabor anisado espolvoreadas con azúcar. Al contrario de lo que pueda parecer, deben quedar blanditas y esponjosas.
-Bunyols (buñuelos). Los buñuelos son los principales protagonistas de cualquier sarao en Ibiza. Suelen ofrecerse durante la celebración de las fiestas patronales y, por lo general, no hay quien los rechace. Es un dulce elaborado a base de patata, leche, harina, un toque de anís y, por supuesto, azúcar ¡Su textura es inconfundible!
-Panellets. Este es uno de esos dulces que se elaboran en ocasiones especiales, concretamente, para la festividad de Todos los Santos. El boniato, la almendra, el huevo o el azúcar son algunos de los ingredientes que lo componen. Los reconocerás porque son unas pequeñas bolitas recubiertas de deliciosos piñones.
-Macarrons de Sant Joan. Se preparan exclusivamente el Día de Sant Joan (San Juan). Si tenemos que compararlos con algún otro postre conocido, podríamos asociar su sabor al del arroz con leche. No obstante, el arroz se sustituye por una pasta especial, que se compra a granel, y que no se asemeja mucho a los macarrones a los que su nombre alude. Podrás probarlos durante ese día en algún festejo patronal.
-Salsa de Nadal. Quizás sea uno de los postres más arraigados a la cultura gastronómica ibicenca. Como su propio nombre indica, se elabora únicamente durante la Navidad. Su composición puede resultar algo extraña, pero es una de esas recetas que debes probar al menos una vez en la vida. Es una peculiar mezcla de caldo de carne y una salsa de almendras que suele prepararse en abundantes cantidades para que dure todas las fiestas. Para darle un carácter aún más tradicional, suele acompañarse de bescuit o cóc pagès.
-Licores varios. Todos y cada uno de los postres típicos son susceptibles de ser acompañados por un buen licor de la tierra ¡Para eso somos los artífices de las famosas hierbas ibicencas! Además de estas, encontramos el licor de almendras o el café caleta, antigua receta de pescadores. Una copita de frígola o de palo alrededor de una buena mesa y la mejor de las compañías son el cierre perfecto a una comida de esas que hacen historia.
¡Te aconsejamos que te lo tomes con calma porque la mayoría son una bomba de azúcar que tardarás en quemar!