Enamorarse de Ibiza no es una tarea complicada pero, si necesitas ayuda, una visita a La Torre del Canónigo hará que caigas rendido a sus pies. Las instalaciones de este maravilloso alojamiento y las vistas que posee son un fiel reflejo del significado de la palabra belleza.
Este hotel, perteneciente a la red Small Luxury Hotels of the World, se alza imponente sobre la bahía y el puerto de Ibiza. Su ubicación es mucho más que privilegiada puesto que se esconde entre las preciosas callejuelas de la ciudad amurallada de Dalt Vila, a escasos metros de la Catedral de Santa María. No solo su emplazamiento le otorga un encanto especial, el hecho de que ocupe un edificio declarado monumento histórico artístico lo convierte en un espacio emblemático.
Este fabuloso rincón ha sido rehabilitado y decorado recientemente por el prestigioso arquitecto e interiorista Lázaro Rosa-Violán. La remodelación rinde homenaje a la arquitectura y estilo de vida mediterráneos. Para ello, se han combinado a la perfección los colores blancos de los estucos y de los tejidos naturales con la vegetación autóctona y los llamativos tonos de las baldosas hidráulicas.
La Torre del Canónigo está dividido en tres ambientes distintos: La Torre, El Corsario y Casa Puget. Entre los tres suman un total de veinticinco habitaciones, con tres suites, en las que alcanzar un estado de paz y desconexión automático es inevitable.
La Torre está compuesta por ocho estancias en las que predominan una fabulosa mezcla entre la arquitectura árabe y la cristiana. El acueducto ibicenco del hall y los pasadizos secretos dan buena cuenta de ella.
Por su parte, El Corsario posee 12 habitaciones con vistas al mar. Ubicadas en una edificación del siglo X, han alojado a personalidades tan relevantes como Grace Kelly, Salvador Dalí o a los miembros de Pink Floyd.
Por último, Casa Puget es un histórico convento jesuita cuya construcción data del siglo XVI. Una zona que acoge hoy cinco estupendas habitaciones y una piscina con chill out en la que el tiempo parece detenerse.
Una panorámica digna de película te acompañará durante la cena, que no acaba con el postre ya que, tras él, no hay mejor opción que la de bajar a El Club. Un exclusivo espacio ideado para disfrutar de la noche ibicenca entre sofisticados cócteles, buena música y una agradable atmósfera.
Con esta propuesta, no sería de extrañar que no quisieras abandonar La Torre del Canónigo en todas tus vacaciones. No obstante, si quieres aprovechar para descubrir los rincones más peculiares Ibiza, no dudes en ponerte en contacto con su servicio de concierge personalizado.
Si buscas enamorarte perdidamente de la isla, La Torre del Canónigo es, sin duda alguna, el mejor punto de partida.