Rodeada por un entorno verde apenas urbanizado, cala Salada es una de las playas más apreciadas entre locales y turistas. También es una de las más visitadas de toda Ibiza debido a sus aguas cristalinas color turquesa, a su paisaje mediterráneo casi intacto y a su arena fina y dorada.
Cala Salada tiene una peculiaridad muy atractiva: son dos calas en una. Por una parte encontramos la propiamente dicha cala Salada, de fácil acceso y con servicio de duchas. Por otra, en el otro extremo, encontramos cala Saladeta a la que se accede o bien por encima del acantilado entre los pinos, donde verás unas escaleras rústicas que llegan hasta el mar o por abajo, sorteando las rocas. Si no eres muy ágil o vas muy cargado, la primera opción es más sencilla y segura que la segunda. Además, por arriba, se disfruta más de la naturaleza y de las hermosas vistas que ofrece el lugar.
Muchos aprovechan también para extender su toalla entre ambas calas, sobre las rocas. Desde esa zona es más fácil subir a los acantilados para saltar al mar y descargar adrenalina.
Una vez en la orilla, descubrirás que ambas calas están unidas por un sinfín de entrantes de arena y de casetas de pescadores, perfectos para dejar tu toalla en un ambiente “algo más privado”. Sin embargo, te advertimos de que en verano tanto cala Salada como cala Saladeta suelen estar repletas de gente.
La primera tiene un ambiente más familiar, mientras que el de la segunda es algo más joven. Esto último se debe a su complicado acceso y a que no dispone de ningún servicio. Si decides ir hasta allí, te recomendamos que lleves lo que vayas a necesitar para pasar el día.
Para evitar las aglomeraciones que se producían en el acceso a cala Salada, el Ayuntamiento de San Antonio decidió limitar el número de vehículos privados en la zona de junio a septiembre. Si quieres llegar hasta la playa, deberás estacionar tu turismo en San Antonio o en el aparcamiento gratuito del complejo deportivo Can Coix y tomar un autobús. Asimismo, también puedes llegar hasta la famosa cala por medio de una embarcación que sale del puerto de San Antonio.
Si reservas mesa en el Restaurante Cala Salada tendrás acceso al parking y, por lo tanto, podrás aparcar tu coche cerca de la cala. El mismo establecimiento te dará un código con la clave de acceso. Prepárate para disfrutar de la comida mediterránea de la de toda la vida, el pescado fresco y un trato cercano y amable. Además del restaurante, cala Salada cuenta con servicio de hamacas y sombrillas y con velomares.
Recomendación
No olvides las gafas de bucear, tubo y aletas en casa. En cuanto veas el color de sus aguas lo primero que querrás será hacer esnórquel y descubrir la fauna que habita este maravilloso lugar. Si tienes, aprovecha para llevar tu cámara acuática ¡Conseguirás unas fotos espectaculares!