La cala de S’Estanyol (pequeño estanque en castellano), posee una forma muy cerrada y, pese a ser de reducido tamaño, cuenta con muchos rincones por descubrir. Pese a que pertenece al municipio de Santa Eulalia, está situada muy cerca de Ibiza ciudad, a unos cuatro kilómetros, y más aún del pueblo de Jesús.
No es una cala muy concurrida, con lo que disfrutar de ella en pleno verano sin tener que compartir toalla con el bañista de al lado es algo que podrás hacer sin problemas. Para llegar hasta ella deberás tomar un largo camino de tierra con una cuesta algo pronunciada al final. Ten paciencia porque te aseguramos que merecerá la pena. Una vez acabado ese camino, hallarás un parking no asfaltado y gratuito al lado de la playa.
Su fondo está compuesto por rocas de todo tipo, lo que contribuye a que se vean espectaculares tonos de azules desde el exterior. Coge tus gafas de bucear y sumérgete en sus aguas en busca de distintas especies marinas. A uno de los lados de la cala verás una pasarela desde la que lanzarte al agua te será más cómodo.
S’Estanyol es un arenal especial donde reinan el silencio y la tolerancia. Tan pronto puedes toparte con familias de la vecina y pudiente urbanización de Roca Llisa como con jóvenes practicando nudismo, turistas o aventureros haciendo senderismo por sus múltiples y variados caminos.
No existen demasiados servicios en ella, lo que sí encontrarás es uno de los restaurantes de moda en Ibiza: Cala Bonita. Disfrutar de sus especialidades mediterráneas, sus tapas o cualquiera de sus cócteles es un lujo que deberías darte al menos una vez en la vida.
S’Estanyol es, por lo general, una playa tranquila, poco concurrida y muy agradable para desconectar del trasiego del día a día.
Recomendación
Echa en tu mochila un calzado especial para el agua para no resbalar entre las rocas.