En uno de los núcleos turísticos más importantes entre la ciudad de Ibiza y Santa Eulalia encontramos esta estupenda playa de ambiente familiar, nacional e internacional, con todos los servicios imaginables.
Un arenal caracterizado por su anchura, con abundante arena blanca, rodeado de bosque y agua clara, lo que la hace perfecta para el baño. Para que el agua llegue a cubrir, debes nadar bastante, con lo que es ideal para las familias con niños pequeños.
En la propia playa existe servicio de duchas, sombrillas y hamacas, además de deportes acuáticos.
Cala Llonga está completamente adaptada a personas con movilidad reducida. Cuenta con parking, pasarela de madera, vigilantes y sillas anfibio para el disfrute completo de todos.
Hoteles, apartamentos turísticos, tiendas, restaurantes o chiringuitos se concentran en esta zona turística. Algunos de los más clásicos son La Casita, una casa payesa convertida en un restaurante especializado en cocina mediterránea, o Casa Piedra, un precioso espacio de cocina fusión.
Eso sí, si lo que pretendes es sorprender a alguien especial, no te lo pienses y acude a Amante Ibiza. Un precioso restaurante ubicado en un acantilado con unas vistas al mar increíbles. Se puede afirmar sin temor a la equivocación que es uno de los restaurantes más románticos de Ibiza.
En pleno verano, la actividad en cala Llonga es frenética. Tan pronto te encontrarás con su mercadillo hippie, la feria o el cine al aire libre como con los fuegos artificiales que cierran las fiestas de este bonito pueblo ibicenco.
El apunte
Aunque, como decimos, está muy construida, también ofrece la posibilidad de perderse por alguno de sus rincones rocosos en los extremos de la playa ¡Atrévete!