La playa de Las Salinas o Ses Salines es muy extensa, de arena blanca y fina y aguas cristalinas. Forma parte del Parque Natural de Ses Salines (de Ibiza y Formentera). Está limitada por extensas dunas protegidas y frondosas zonas de pinos y sabinas. En algunas zonas podemos encontrar la famosa Posidonia Oceánica, planta acuática de notable importancia ecológica que nos asegura que el agua goza de una gran calidad.
Si tienes que aparcar tu vehículo, hay parking justo a la entrada, aunque es de pago. El autobús te deja a escasos metros de la playa. Una vez llegues, accederás a ella por medio de unas pasarelas de madera.
Salinas es el arenal perfecto para todos los públicos. Los padres pueden estar tranquilos mientras los niños juegan en la orilla puesto que la pendiente de este arenal es escasa. Tendrán que nadar mucho para que el agua les cubra.
El agua es clara y, pese a que en el fondo predomina la arena blanca, existen zonas con rocas, sobre todo hacia la punta sur del arenal. Aquí podrás practicar distintos deportes acuáticos, alquilar un velomar, jugar a las palas en su antigua red o tumbarte en una hamaca a descansar.
La platja de Ses Salines, en ibicenco, es una de las más animadas y famosas de Ibiza. Siempre cuenta con una ocupación muy elevada, al igual que sus bares y chiringuitos. Malibú, Sa Trinxa o el mítico Beso Beach ofrecen deliciosa comida a pie de playa. Durante todo el verano suelen contar con distintos eventos en los que la música suele ser la protagonista.
Debes saber que es probable que durante tu visita te topes con alguna cara conocida. Por algo es una de las playas favoritas de los famosos. También podrás contemplar como desfilan los pasacalles de las discotecas más célebres de Ibiza, descubrir cierto aire hippie e incluso rincones donde podrás practicar nudismo (sobre todo al final de la playa).
Es ideal para ir solo, en pareja, con amigos o en familia. Al ser tan extensa y ecléctica siempre hallarás tu lugar.
Recomendación
No desaproveches la oportunidad y date un largo paseo en dirección hacia el sur. Además de descubrir diminutas y preciosas calitas, te toparás con la Torre de ses Portes, construida en el siglo XVI para combatir la presencia de los piratas.