Aigües Blanques, la playa de s’Aigua Blanca o, como la conocen en castellano, Aguas Blancas se encuentra al noroeste de la isla de Ibiza. Es una playa larga, expuesta al viento del este y protegida por grandes acantilados, lo que le da un aspecto algo salvaje. Cualquiera podría pensar que es un lugar algo inhóspito, pero la verdad es que tiene un encanto especial que suele atrapar a todos aquellos que se aventuran a acercarse a ella.
Y decimos aventurarse no porque esté mal señalizada, sino porque para llegar hay que descender por una larga pendiente, asfaltada eso sí. Ten en cuenta que bajar no cuesta demasiado, pero a la hora de subir tendrás que echarle algo más de valor, más aún en los días de mucho sol. Antiguamente se podía bajar con el coche pero ahora no. La cuestión es que tendrás que aparcar tu vehículo por los alrededores de forma gratuita o pagar el parking.
Nada más pisar la arena te darás cuenta de que tiene un color algo más oscuro que la mayoría de calas y playas de Ibiza. Desde ella puedes ver la bonita isla de Tagomago. Además es bastante larga, lo que te ofrece la posibilidad de darte un gran paseo de lado a lado. En cuanto a su anchura, varía en función de las olas que, en ocasiones, se comen parte de la orilla.
Otro aspecto que destaca en Aigües Blanques es que su público es muy variopinto: jóvenes, familias, parejas… El ambiente es relajado y silencioso.
Junto a es Cavallet, la playa de Aguas Blancas es considerada tradicionalmente como nudista.
En uno de los lados del arenal verás que hay una zona donde puedes aplicarte arcilla. Muchos dicen que si la mezclas con agua y la pones sobre la piel e incluso el cabello actúa como tonificante natural. Sin embargo, esta teoría no está demostrada.
Cuenta con dos chiringuitos: uno más grande junto al camino de bajada y otro algo más pequeño un poco más al sur. Ambos tienen servicio de hamacas y sombrillas, una opción muy buena en los días de grandes olas, que se repiten con frecuencia en Aigües Blanques.
El dato
Si sois como lagartijas y no os apartáis del sol ni un instante tened en cuenta que, debido a las características de la playa, se queda en sombra a primera hora de la tarde. Para otros puede que esto sea una bendición.